Muchas especies terrestres y marinas, han modificado sus áreas de distribución geográfica, actividades estacionales, pautas migratorias, abundancias e interacciones con otras especies en respuesta al cambio climático en curso. Como consecuencia, se extinguen 150 especies de animales diarias

Columna de Isabel Tagle

Ante todo, recordar que el efecto invernadero normal, es la acumulación de una mezcla de gases que forman una capa protectora en la atmósfera terrestre para mantener la temperatura media global a unos 14 °, y no tener una de menos 19° C.

Que, como consecuencia de la actividad humana y la industrialización en las últimas siete décadas, se ha producido una acumulación excesiva de CO2 y halocarbonos en la atmósfera, provocando una retención desmedida del calor del sol, conocido como Calentamiento Climático por factor antropógeno. Sin que, a la fecha los diferentes gobiernos en el mundo hayan tomado las acciones necesarias para contenerlo.

Según el científico inglés James Lovelock, el ambiente terrestre es parte de un sistema evolutivo que contiene la vida. Los seres vivos, conectados entre sí y a la atmósfera, a la hidrosfera y a la litosfera, fabrican y mantienen de continuo su ambiente formando un todo a nivel planetario. O sea, la atmósfera y la superficie terrestre se comportan como un sistema donde la vida presente, se encarga de autorregular sus condiciones básicas como temperatura, composición química y salinidad de los océanos. Y nosotros hemos intervenido desastrosamente esa homeostasis provocando consecuencias tales como:

  • El aumento de la temperatura media global,
  • Modificaciones en el patrón de precipitaciones,
  • Alza del nivel del mar y acidificación
  • Reducción de la criósfera (glaciares)
  • Modificaciones en los patrones de eventos climáticos a extremos.

El aumento de la temperatura global, produce efectos negativos en todos los niveles, el desbalance de temperatura entre las corrientes de aire y las oceánicas influye en el aumento de la frecuencia y la intensidad de fenómenos como huracanes, tifones y trombas, así también el aumento en la intensidad de la lluvia produce inundaciones y deslizamientos en algunas zonas y en otras regiones largas sequías.

En relación a la flora, se pierden cosechas y desaparecen especies vegetales consecuencia tanto de las inundaciones, de las sequías, como del exceso de frío o de calor, esto a su vez afecta la supervivencia de los insectos polinizadores, fundamentales para la producción de alimentos. Muchas especies terrestres y marinas, han modificado sus áreas de distribución geográfica, actividades estacionales, pautas migratorias, abundancias e interacciones con otras especies en respuesta al cambio climático en curso. Como consecuencia, se extinguen 150 especies de animales diarias.

Los Polos se descongelan perdiéndose un recurso importante de agua dulce y provocando el alza del nivel oceánico, además el calentamiento de su superficie produce la dilatación de las moléculas de agua haciendo un aporte en dicha elevación.

Estos hechos, provocan inundaciones en islas y zonas costeras de hecho, de a poco desaparecen playas, se producen marejadas frecuentes y trombas marinas con mayor asiduidad. Esto sin mencionar los nefastos efectos que se producen en la fauna y flora marina producto de la acidificación del océano por incorporación de CO2 en el agua, que ha hecho disminuir ostensiblemente los arrecifes de coral y ha desbalanceado el equilibrio marino provocando por ejemplo el crecimiento explosivo de algas tóxicas como la marea roja.

Según el último informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de Naciones Unidas) ya estamos viviendo las consecuencias de un calentamiento global de 1°C, este grado de aumento, ha significado la suma de los efectos arriba mencionados.

Las proyecciones señalan que la temperatura continuará aumentando a lo largo del siglo XXI. Las olas de calor ocurrirán con mayor frecuencia y durarán más, los episodios de precipitación extrema serán más intensos y frecuentes en muchas regiones. El océano se seguirá calentando y acidificando, y el nivel medio global del mar continuará elevándose.

Si sobrepasamos de 1,5°C el calentamiento, las consecuencias serían desastrosas. El período de los últimos 30 años ha sido el más cálido de los últimos 1 400 años en el hemisferio norte.

Los Gobiernos no pueden seguir reuniéndose para tomar acuerdos que no se cumplen, tienen claro que están condenando a la población mundial más vulnerable. Mientras los países desarrollados tienen mejores perspectivas de enfrentar el Cambio Climático, son también los que más contaminan.

Si se invirtiera el 1% del PIB se podría evitar una pérdida futura de más del 20% como consecuencia de los desastres provocados por el Calentamiento Global y el hipotecar el futuro de nuestros hijos y nietos. Chile está en los primeros lugares de los países con mayor vulnerabilidad, el Estado no ha tomado las medidas necesarias para proteger a su población. Como ejemplo, Chile el único país en el mundo en que el agua es un bien transable de propiedad privada y no un Derecho Humano.

Sólo falta voluntad política.

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quien las emite. Y no necesariamente, va de la mano con la línea editorial de Espacio Regional.

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