Le echan la culpa a la izquierda, pero en Viña manda la derecha. Y la Contraloría, lo sabe…

REDACCIÓN ESPACIO REGIONAL

El cerrojo de los congresistas cercanos a la alcaldesa Reginato en Viña del Mar, aduciendo que son persecuciones políticas de la izquierda las acusaciones por el déficit del municipio en vez de reconocer el desfalco por las horas extras que jamás se hicieron, no hace más que evadir las notorias acciones que involucran a personeros de dicho partido, caracterizado por su amor al empresariado y estar sus nombres vinculados a delitos económicos, de los cuales salen, discretamente, sin mayores sanciones. O existe un delito y lo tergiversan como falta, pagan la multa y a retiro público, para disimular. Si fuera una persona normal, estarían los abogados pidiendo casi hasta la ropa que usan.

Por ello, en este nuevo escándalo financiero que ronda de manera frecuente a los municipios emblemáticos del país (ya sucedió con Valparaíso), las horas extras (bien extra-ordinarias en forma y fondo) sumado a que se canceló el contrato por los estacionamientos de la Población Vergara, no hace más que ver que algo no camina en dicho municipio.

Pero quien dio la voz de alerta fue la CIUDADANÍA, organizada y usando las herramientas legales pertinentes, con el fin único de cuidar la Ciudad Jardín (o lo que va quedando).

Y los parlamentarios de la UDI le prenden velas a Reginato, «confiando» en que las medidas adoptadas van por el Buen Camino. Claro, con mayoría a su favor en el Concejo, este órgano colegiado simplemente quedó al debe en su labor fiscalizadora. Seamos claros: horas extras se hacen y se pagan. Es mal de muchos municipios abusar de los cobros y aquí claramente, sucedió eso.

Entonces, no basta con adoptar medidas para que no vuelvan a ocurrir este chacreo de pagos, sino de recuperar el dinero. Y que la diputada Hoffmann y el diputado Urrutia vengan a echarle la culpa al Frente Amplio o los partidos tipo Nueva Mayoría, por ser de izquierda y que la parlamentaria haya dicho «Después de la cuenta pública ha quedado claro que es una maniobra de la izquierda. Es el mismo modus operandi que usaron en contra del exalcalde Jorge Castro. Una operación política burda y de la cual estamos advertidos» (Mercurio de Valparaíso, página 4, 28/04/18), queda claro que la UDI sólo supera a la UDI. Los campeones de la corrupción, no pueden seguir ganando terreno. Y los forzados a representar a la ciudadanía de esa línea, si tienen algo de decencia, encaren a sus congresistas para que no sean cómplices de este desfalco.

Por admin

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