El gorjeo de los pájaros es un trino que en las especies volátiles pueden recibir distintas denominaciones. La palabra trino es un concepto que está ligado a lo religioso cristiano, en consecuencia, se va entretejiendo el sentido con que el autor ha querido poetizar la realidad. Dios uno y trino a la vez, dice la teología. Esta relación la establece también el prologuista de la obra.

Crónica e imagen, por Eddie Morales Piña, crítico literario.

La producción poético-lírica de Paulo Maluk (Santiago, 1973) se ha ido desplegando ante el lector/a de forma paulatina y armoniosa. Hemos tenido la oportunidad de leer y comentar sus anteriores textos y el que ahora presentamos a través de la crónica no hace más que confirmar el juicio de que estamos frente a un poeta que tiene una particular forma de enfrentarse al quehacer poético -a la poiesis de los griegos clásicos, como lo hemos señalado en más de una oportunidad. La escritura de Maluk mediante el instrumento esencial -el lenguaje- encanta y repercute armoniosamente en el lector/a. En otras crónicas he sostenido que Maluk tiende a una escritura minimalista, es decir, donde un verso puede ser una estrofa en que la cadencia del ritmo versal nos deja casi al borde de una escala musical. No hay que olvidar que desde el principio la música estuvo unida a la poesía -de allí, el término lírica o lírico para referirse a la creación poética, pues el instrumento musical era la lira con que se acompañaba la recitación. Este texto poético-lírico de Maluk guarda estrechas relaciones de continuidad con lo que acabamos de afirmar. Por otra parte, se trasluce nuevamente el sentido agónico -también en el sentido clásico del término-de la existencia, y de una conexión con lo sacro y la sacralidad, en otras palabras, con lo numinoso (Rudolf Otto, dixit). De alguna manera, se interaccionan en la escritura del hablante lo sagrado y lo profano, como diría Mircea Eliade. En este poemario las referencias hacia lo cristiano son evidentes, incluidas algunas citas -convertidas en verso- provenientes de las Sagradas Escrituras o de un pater eclesiae.

En el párrafo precedente hemos mencionado la relación que percibimos con lo clásico -me refiero, sin duda, a la Grecia antigua. El texto de Maluk en su título coge la palabra filosofía. El amor a la sabiduría en su significado más prístino desde su origen etimológico. La filosofía como una forma de reflexionar, meditar, argüir, dialogar acerca de la existencia y sus múltiples formas de ser y estar en el mundo, incluida la relación con la otredad que en este caso refiere a lo religioso en un sentido amplio, pero que en el poemario apunta a lo cristiano. Entre fe y razón se establece un diálogo luminoso que sólo la poesía puede intuir. En algún momento leía por ahí que todo poeta siempre es religioso -por su búsqueda en religar, que es el étimo primario, aquello que está más allá de la existencia meramente humana. Los griegos lo denominaron el numen. De allí vendrá el pneuma, el espíritu. El Espíritu -con mayúscula- tendrá que ver con lo Trino andando el tiempo. El concepto de filosofía en el titular de la obra de Maluk está acompañado por el complemento del nombre, la frase de pájaro. Filosofía de pájaro. El mundo -lo sabemos- está plagado de múltiples especies de pájaros que forman parte de la creación, según el día quinto del Génesis –Día quinto es una obra del poeta chileno Manuel Silva Acevedo. El hablante lírico asume en el texto de Paulo Maluk, por tanto, una actitud de ave canora. Los pájaros, las aves, que surcan los cielos y que se posan de vez en cuando en tierra firme como un árbol, suelen cantar. Entonan una melodía que puede equipararse a una creación musical. Por lo tanto, se nos va revelando que el libro en comento es una modulación poético-musical recogiendo aquella conexión con lo clásico. El poeta musicaliza la realidad a través de los versos y las estrofas con el ritmo y la armonía.

El hablante lírico como un ave canora. El gorjeo de los pájaros es un trino que en las especies volátiles pueden recibir distintas denominaciones. La palabra trino es un concepto que está ligado a lo religioso cristiano, en consecuencia, se va entretejiendo el sentido con que el autor ha querido poetizar la realidad. Dios uno y trino a la vez, dice la teología. Esta relación la establece también el prologuista de la obra. Indudablemente que la apertura del poemario se asienta sobre la base de lo que acabamos de decir, solo que el trino canoro se transforma en múltiples voces que acompañan cual coreutas del teatro griego al sujeto lírico que trina en su filosofar: Trino/ Yo hago de coro. En este transitar poético -el filosofar de pájaro- el hablante va percibiendo la realidad y la traduce en una reflexión lírica (Dios también está en el otro) que se va modulando con temples de ánimo que pueden llegar a una actitud poética apostrófica que tiene resonancias históricas con dejos de ironía (Dejen trabajar tranquilos/ si no saldremos a tirar maíz/ a tocar la olla/ a pedir al toqui). El hablante que trina adopta también una perspectiva ética sobre la vida desde su concepción hasta su final (Da pena/ Cuesta tanto visitarlo/ Los muertos no molestan/ Que muera, me está endeudando/ Quiero íntegra la herencia // Coro: ¡Mátalo doctor mátalo! // ¿A cuánto asciende tu honorario?). El sujeto lírico canoro vive su fe de forma agónica -casi unamunionamente-: “No tengo fe / La fe me tiene/ La fe me eleva, y seguidamente se autodefine como Yo pájaro peregrino.

En síntesis, se trata de una obra muy interesante que da muestra de un peregrinar -imagen religiosa, sin duda-, que en la palabra de Paulo Maluk se vuelve pleno de resonancias poéticas.

(Paulo Maluk. Filosofía de pájaro. Santiago de Chile: Ediciones Quinta. 2023. 120 págs.).

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